miércoles, 4 de julio de 2007

Lágrimas de Bruja

Anoche viví uno de los momentos más tristes que recuerdo.

Mi sobrino, se está quedando unos días en casa disfrutando de las vacaciones con mis dos hijos mayores. La están pasando bien, creo. Lo tratamos como uno más y lo es.
Ya de noche se me acerca uno de los míos y me dice que el primo estaba llorando. Era porque extrañaba a la madre, la que perdió hace un año y medio.

No puedo explicar el sentimiento de lástima e impotencia que sentí.

Hasta ayer, la tragedia en la familia de mi cuñado, la habíamos vivido como más de afuera, pero apoyando en lo que podíamos.
Pero en ese momento en que intenté acercarme a él, tan chiquito, para darle consuelo, creo que entendí un poco más al padre, cuando nos dice que se siente roto.

¿Qué le decís al enano? ¿Qué frase existe que le alivie aunque sea un poquito esta falta irreemplazable? No existe ninguna. O por lo menos yo no la conozco.

Apelé a la tía canchera, protectora, jodona para aunque sea contenerlo. Lo abracé fuerte, me senté con él, pero en fondo vos sabés que lo único que quiere es a su madre.

Pensé desesperadamente qué hubiera hecho ella en mi lugar. Creo que lo mismo que estaba tratando de hacer torpemente yo.

Le pregunté si se quería ir. No tía. ¿Querés llamar a papá y hablar con él? Estuvo de acuerdo.
Hablaron mucho y él lloraba. Supongo que mi cuñado estaría derramando también lágrimas del alma, al otro lado del teléfono.
Y yo tenía un nudo en la garganta.
Después de un rato se fué a jugar de nuevo con los primos, creo que un poco mejor.

Imagino que si esto a nosotros que no lo hemos vivido, nos afectó tanto, no tenemos idea de lo que es sentirlo en carne propia. Pahhh...

Espero que el haberlo expresado lo ayude, y que reciba nuestro apoyo le pueda servir de alivio.
No sé, quiero pensar que le fuimos útiles, aunque sea un cachito.

Ojalá que sí.